Contra el pensionazo
Hemos conocido las líneas generales del acuerdo sobre las pensiones alcanzado por el gobierno, los sindicatos CCOO y UGT y las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME. En este acuerdo, que se ha traducido ya en anteproyecto de ley, se da plena satisfacción a las demandas de los banqueros y grandes empresarios que hace unos meses fueron convocados por el rey. Y son acatadas las directrices de ajuste neoliberal de la Comisión Europea.
Según indicó el pasado día 12 el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, es necesario elevar la edad de jubilación en España y en toda Europa. Para ello recurrió a dos argumentos. El primero, es el del «envejecimiento de la población», una verdadera falacia. El segundo es «reforzar la confianza de los mercados financieros». Revela sin tapujos la presión de los prestamistas centroeuropeos, principales acreedores de nuestros bancos, cajas y grandes constructoras y tenedores de títulos de deuda pública española. Muestra como Eurolandia nos está estrangulando mediante la soga de la deuda.
El objetivo fundamental de la reforma es disminuir de forma brutal las pensiones públicas, entre un 20 y un 25%, para impulsar un nuevo avance del negocio de los fondos privados, en manos del capitalismo financiero. Un paso más en el proceso a través del cual el sistema público de pensiones debe limitarse a un mecanismo asistencial, mientras los fondos privados engrosan sus cuentas de resultados en proporciones fabulosas.
Al mismo tiempo, la reforma supone una fractura de vínculos de solidaridad entre generaciones de la mayoría de los españoles, pertenecientes al mundo del trabajo, empujándoles a la salida de los fondos de capitalización individual. Implica, además, un ataque demoledor a la juventud.
Aparentemente, lo más duro –y lo que ha atraído los focos de la atención pública– es el retraso de la edad legal de jubilación, al prolongar la vida laboral desde los 65 a 67 años. Quienes quieran cesar su actividad laboral a los 65 años con la pensión completa, deberán haber cotizado 38,5 años. Pero igualmente grave es el endurecimiento del acceso a la pensión máxima: que para cobrar la totalidad de la pensión a los 67 años, se precisen 37 años de cotización, dos más que en la actualidad. Y más grave todavía es que se suba de 15 a 25 años el cómputo para calcular las pensiones, lo que redundará en una sensible disminución de su renta media. O que se recorte el derecho a la pensión, aumentarse de 15 a 25 el número de años cotizados para disfrutar de la misma.
El pensionazo supone una tremenda agresión a la juventud. «No nos falles», decían unos jóvenes en la celebración del último triunfo electoral de Zapatero. Pero el futuro que depara a muchos jóvenes un PSOE de conversos al neoliberalismo es reducirse para siempre a «ni, ni»: mi trabajo, ni estudio, ni salario, ni pensiones. Mientras los índices generales de desempleo superan el 20%, la tasa de paro de los jóvenes asciende al 43,6%: es decir, casi la mitad de los menores de 25 años no contribuye al sistema de pensiones. Y en el caso de que esos jóvenes consigan algún empleo, lo hallarán en condiciones de extrema precariedad, a menudo con contratos de tiempo parcial. Con los recortes actuales, la mayor parte de la juventud española está condenada a jubilarse a los 67 años con pensiones ridículas. Y otra parte no llegará a cobrar ninguna pensión.
Cayo Lara:
“Cualquier pacto de Estado que incluya el lema de las pensiones debe pasar por no tocar la edad legal de jubilación a los 65 años"
Cayo Lara afirma que hay "muchas posibilidades incluso para incrementar el superávit que en este momento sigue teniendo la Seguridad Social".
“Hay muchas posibilidades –indicó Lara- incluso para incrementar el superávit que en este momento sigue teniendo la Seguridad Social. Por tanto, desde esa línea nosotros estaremos de acuerdo de cualquier pacto que mejore las condiciones de los actuales trabajadores y los futuros pensionistas. Pero para ‘darle un palo’ a los pensionistas de este país, sin duda que no cuenten con nuestro apoyo”.
Cayo Lara ha recordado que “una parte de los problemas que tienen los españoles, viene fundamentalmente por la negativa salida de la crisis que están suponiendo las políticas neoliberales que aplica Rodríguez Zapatero. Por tanto, cuando llegue la hora de votar que la gente sitúe dónde están los problemas y quiénes son los responsables de esos problemas. Porque las medidas que se han aplicado en los últimos meses caminan en la línea inútil y equivocada de intentar resolver la crisis por la vía del ‘ajuste duro’, no por la línea de buscar más ingresos”.
En su opinión, “la solución a esta situación no pasa por buscar la salida votando a la derecha, porque son políticas de derechas las que nos han conducido a esta crisis. El Partido Popular sólo sería más de lo mismo, más de las políticas neoliberales del PSOE. La mejor prueba es que el PP no presenta sus propuestas para este país. Por tanto, esperemos que la ciudadanía no se equivoque cuando llegue la hora de las urnas”.
Sobre la posibilidad de que haya una nueva huelga general, Cayo Lara indicó que “yo lo que espero es que el Gobierno no quiera tapar con una cortina de humo su pretensión de aumentar la edad de jubilación a los 67 años. Para IU esta es una ‘raya roja’ que no se puede cruzar. No hay ninguna razón por la cual se la pueda dar al Gobierno el marchamo para que pueda sacar adelante la jubilación a los 67 años, porque hasta ahora hay dos únicos objetivos: por un lado recortar las pensiones a los futuros pensionistas y, por otro, aumentar los fondos privados de pensiones”.