lunes, 1 de noviembre de 2010

Homenaje a nuestros Mártires en el Día de los Difuntos



En el Día de los Difuntos los compañeros y compañeras de Izquierda Unida de las Cabezas de San Juan se reunieron en el cementerio para honrar la Memoria de las víctimas de la represión franquista.

Contra la Teoría de los dos Bandos, consideramos que no hubo "dos bandos", sino un gobierno democráticamente elegido por los ciudadanos y las ciudadanas, la República Española, que fue derrocado por un levantamiento fascista encabezado por Francisco Franco. Los golpistas, apoyados por los regímenes nazi fascistas de la europa anterior a la segunda guerra mundial, a través de las armas y de una represión ilegal se mantuvieron en el poder por casi 40 años.

Durante ese período (que excede los 3 años que muestra la placa que recuerda a nuestros mártires de la República) muchos hombres, mujeres, niños, ancianos y ancianas, fueron asesinados por el régimen sin juicio, sin que los familiares de las víctimas puedieran honrar a sus muertos...

Las víctimas leales al gobierno democrático, legítimamente elegido por el pueblo, aún esperan ser rescatadas del olvido. Esperamos que a través de la Comisión de Memoria Histórica, impulsada por el Portavoz de Izquierda Unida, Ramón Román, y aprobada por unanimidad por las diferentes fuerzas políticas de Las Cabezas de San Juan, esa página negra de la historia de nuestro pueblo pueda cerrarse.

En esta ofrenda se reafirma nuestro compromiso en la lucha por la Recuperación de la Memoria Histórica en nuestro pueblo, para que nuestros hijos puedan decir que nuestros mártires, víctimas de la dictadura más sangrienta de la historia de España, quienes defendieron los ideales republicanos y democráticos, pueden por fin descansar en paz.







Que los versos de la poeta republicana Angela Figuera Aymerich (1902-1984), sean parte también de nuestro Homenaje:


No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.
No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.
No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.
No quiero que me tapen la boca
cuando digo... NO QUIERO.