martes, 9 de noviembre de 2010

SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SAHARAUI










Aplasta Marruecos campamento del Pueblo Saharaui


La mayor demostración pacífica de protesta del pueblo saharaui contra la invasión de Marruecos de su territorio se hizo con la acampada de 20 mil personas a las afueras de El Aaiún —la antigua capital del Sahara español, ahora en manos de Marruecos—, pero fue respondida ayer por las tropas del rey Mohamed VI con un brutal ataque al campamento, que acabó con su total destrucción.

La ira de los invadidos contra los invasores se transformó de inmediato en una “intifada” de saharauis contra marroquíes que degeneró en una batalla campal y en un número indeterminado de muertos, heridos y detenidos.

Se trata de la peor ola de disturbios desde que hace 20 años concluyó la guerra entre Rabat y el Frente Polisario para la Liberación del Pueblo Saharaui, que estalló al retirarse las tropas españolas de la antigua colonia en plena agonía del dictador Franco, a finales de 1975.

En los disturbios hubo cinco muertos y 70 heridos entre las fuerzas marroquíes, según Rabat, mientras que del lado saharaui, según su versión, había al menos una víctima mortal y decenas de heridos.

La “intifada” (rebelión) saharaui se extendió a la cercana El Aaiún, donde se decretó el toque de queda y el “apagón informativo” por parte de las autoridades marroquíes.

Casi doce horas después del inicio de la operación de desmantelamiento del campamento de la resistencia saharaui, persistían los enfrentamientos en la capital del Sahara Occidental, donde también participan ciudadanos marroquíes que se unieron a las tropas marroquíes.

“Jornada dantesca”. Fuentes españolas que residen en la ciudad describieron la jornada como “dantesca” y auguraron que la espiral de violencia podría recrudecerse.

“Hay incendios por muchas partes de la ciudad y no paran de sonar las ambulancias”, señalaron estas fuentes, quienes también dijeron que las escuelas tuvieron que cerrar por órdenes de las autoridades, pocas horas después de la toma del campamento.

Un vecino saharaui de El Aaiún, Ahmed G., relató que “la sensación que reina en las casas es de miedo, mucho miedo por lo que pueda suceder en las próximas horas”.










Violencia y cerrojazo informativo
en el ataque marroquí a el Aaiún



Fuentes del Polisario en Argelia contabilizan un muerto saharaui, 80 heridos, 70 detenidos y decenas de desaparecidos. Rabat confirma la muerte de tres agentes al desmantelar el campamento de Gdaim Izik


ABC LUIS DE VEGA / AGENCIAS / CORRESPONSAL EN RABAT 08/11/2010 - Según el Frente Polisario desde Argelia, el enfrentamiento entre saharauis y soldados marroquíes que han asaltado el campamento-protesta cerca de El Aaiún se ha saldado hasta el momento con un muerto, 80 heridos, 70 detenidos y decenas de desaparecidos, informa Luis de Vega desde Rabat. Por su parte, el Gobierno marroquí ha confirmado la muerte de tres agentes de las fuerzas del orden durante la operación de desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik.


En cualquier caso, las informaciones en torno al número de fallecidos y heridos en los enfrentamientos que las Fuerzas de Seguridad marroquíes y activistas saharauis tras desmantelarse el campamento de protesta a las afueras de El Aaiún son confusas, y resulta prácticamente imposible aportar una cifra que no sea cuestionada por una u otra fuente.


"Un saharaui de toda confianza ha visto cómo subían siete cuerpos de saharauis a un camión en el campamento", informaba Raquel del Castillo, portavoz de la organización prosaharaui Thawra, siete horas después de que comenzaran los enfrentamientos a las afueras de El Aaiún.
Fuentes de la delegación del Gobierno marroquí en El Aaiún corregían esa cifra poco después, indicando que en la operación de desalojo se produjeron "dos muertos y 70 heridos, cuatro en estado grave" en el lado de las Fuerzas de Seguridad, mientras que en el lado de "los manifestantes" se produjeron cuatro heridos y 65 detenciones.


Sin embargo, Brahim Ahmed, vecino de El Aaiún, informó de que al menos 16 militares y 12 policías marroquíes habrían muerto en los disturbios posteriores al desalojo. La cifra de fallecidos en los saharauis seguía, no obstante, siendo confusa. "Hay un adolescente de 14 años muerto por disparos del Ejército. Tenía un orificio de bala en la cara", explicaba Ahmed.


En esa misma línea, fuentes del Frente Polisario, cifraban las bajas saharauis entre siete y doce, aportando incluso nombres concretos de los mismos. Pese a ello, el Polisario sólo confirmó la muerte de Babi Mahmud el Gargar, a través de un comunicado del Ministerio de Información de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática.


Unas informaciones que desmentía la delegación del Gobierno marroquí en El Aaiún, considerándola "pura propaganda" y afirmando que los nombres eran "son completamente ficticios y no existen".


Apuñalados hasta la muerte
Entre los fallecidos marroquíes hay un gendarme, un policía y un bombero, muertos mientras intentaban apagar el fuego en una jaima. Según un portavoz del Gobierno, los mataron "cuando las fuerzas de seguridad entraron en el campo. Los apuñalaron hasta la muerte. Es la primera vez que usan armas blancas para matar a agentes de la seguridad del Gobierno".
Una multitud de colonos marroquíes respaldados por camiones de militares han atacado después el barrio de Matalla, denuncian fuentes saharauis.
Este es el testimonio de los activistas de Thawra desde el campamento, en el momento del ataque:


"Los saharauis resisten y defienden la ciudad de El Aaiún con piedras y banderas de la RASD. Un ejemplo de ello lo encontramos en la calle de Skeikima, totalmente liderada por los ciudadanos saharauis, que están luchando por sus derechos y libertades. Con los medios que encuentran a su alcance, los saharauis se defienden atacando el edificio de correos, el centro de minería y recursos con bombonas de butano y la delegación del Gobierno en la ciudad. Además, e stán empezando a llegar ambulancias procedentes del puerto de El Aaiún. Por su parte, el ejército marroquí está atacando a la población saharaui con armas de fuego, hay varios muertos por disparos y los cuerpos son llevados por los militares en sus camiones. Se habla de una rotura del alto al fuego, la ciudad es una auténtica batalla campal".


«Querían matar a todo el mundo»
Antonio Velázquez, cooperante mexicano en El Aaiún, ha denunciado en Punto Radio la brutalidad empleada por los militares marroquíes, que entraron en el campamento «con gases lacrimógenos, agua caliente, piedras y unas porras de más de 75 centímetros de largo».


Velázquez explica cómo la intervención del ejército no ha dejado ninguna jaima en pie: «destrozaron todo el campamento [...] algunos se quedaron a luchar allí, otros salieron rápidamente caminando hacia El Aaiún», cuenta.

Al llegar a El Aaiún, el cooperante cuenta cómo se encontraron con una auténtica «batalla campal». «Al enterarse que nos estaban atacando, los saharauis que no estaban en el campamento salieron a manifestarse».

«Lo peor de todo es que el Gobierno marroquí ha incitado a los colonos a que salgan a defender su territorio», añade Velázquez, que cuenta cómo varios marroquíes llegaron a meterse por la fuerza en la casa en la que él se ecuentra. «Querían matar a todo el mundo», concluye.







Coindicencias con el 91

por Haddamin Moulud Said.

No es usual pero ha sucedido: el telediario del mediodía de TVE1, ha abierto el informativo con la noticia de los enfrentamientos de El Aaiún. Esta noticia ha ido, incluso, antes que la noticia sobre la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona. El dato indefectiblemente cierto en estos enfrentamientos, que ha hecho que la noticia tenga preferencia sobre la visita del Papa, es el cerrojazo informativo que Marruecos ha impuesto en el Sahara Occidental.

El Campamento de la Dignidad que los saharauis habían levantado a las afueras de la, ahora, Ciudad Prohibida de El Aaiún, ha sido arrasado por las fuerzas marroquíes que han empleado tal cantidad de violencia que ni los objetivos de las cámaras de TV lo habrían soportado. De ahí el veto a su acceso.

Desde hace un mes, los saharauis de las Zonas Ocupadas y, especialmente de El Aaiún, en número estimado en 25.000, habían conseguido levantar una ciudad de tela dotada de servicios de seguridad, higiene, negociación, prensa, transporte y sanidad. Los periodistas que han podido acceder, y a los que Fasi-Fihri ha recordado lo indecoroso de su conducta al vestirse como mujeres saharauis para conseguir acceder al lugar sin ser descubiertos por la policía marroquí, tales periodistas, han confirmado y corroborado el alto grado de organización, libertad y seguridad que se respiraba dentro del Campamento, además, por supuesto, de las enormes carencias derivadas del bloqueo impuesto por Majeinzu.

En un principio, Majeinzu, había querido beneficiarse de dicho Campamento intentando presentarlo como símbolo de la imagen de apertura, democracia y respeto a los DD.HH imperantes en Marruecos. Pero el tiempo se le venía encima. No era de recibo que Mohamed VI hiciera su discurso del día 6 de noviembre, teniendo sobre la mesa el expediente del Campamento de la Dignidad con todas sus reivindicaciones, las explícitas y, también, las tácitas.

Tampoco era de recibo que el Campamento se mantuviera impertérrito en la víspera de las negociaciones con el Frente POLISARIO. No era, de hecho, una buena carta de presentación de Marruecos, acudir a Nueva York, con una humareda y una polvareda en Gdeym Izik.

El caso, es que Majeinzu, ha hecho cuanto ha podido para disolver el Campamento. El ministro del interior marroquí, prácticamente, ha pasado a residir en la Ciudad Prohibida. Después de utilizar todos los medios de disuasión a su alcance (léase, jefes tribales, CORCAS, supuestos repartos de parcelas, etc., etc., etc.), pasaron a utilizar la amenaza directa. Ya el domingo, día 7, se respiraba un tenso ambiente y los despachos de noticias del POLSIARIO echaban humos, alertando de la inminencia de una masacre si Marruecos optaba por usar la fuerza bruta para disolver un Campamento con 25.000 civiles desarmados dentro.

De madrugada y ‘con viento de levante’, que dirían otros cronistas, las fuerzas marroquíes empleaban toda la fuerza de la que eran capaces, para arrasar las frágiles jaimas saharauis levantadas sobre la planicie de Gdeym Izik. Los enfrentamientos han sido cruentos a juzgar por los vídeos youtube disponibles en la red. Ya en la Ciudad Prohibida de El Aaiún, las informaciones disponibles hablaban de una auténtica guerra de barricadas entre las fuerzas de Majeinzu y la población saharaui, tanto la procedente de Gdeym Izik como la que se encontraba en la propia ciudad.

La pregunta es porqué Marruecos procede a arrasar el Campamento en la víspera del día 8, día de las negociaciones, y no la víspera del día 6, día del discurso de Mohamed VI?. La respuesta hay que buscarla en el año 1991.

En efecto, en agosto de 1991, cuando ambas partes se disponían a firmar los acuerdos del alto el fuego, Marruecos, sacó sus tropas del muro para bombardear Tifariti, en territorio liberado. Pero apenas unos días, después, terminó estampando su firma en tales acuerdos.

Y ahora, justo unas horas antes del inicio de las negociaciones Marruecos vuelve a sacar los tanques y arrasa el Campamento de Gdeym Izik y la Ciudad Prohibida de El Aaiún. ¿Quiere Marruecos negociar o no lo quiere hacer? ¿Intenta Marruecos, de esta manera, servirle en bandeja al POLISARIO una excusa para que éste rompa las negociaciones antes de iniciarlas?

Ciertamente las similitudes con el pasado describen un patrón de conducta propio de quien padece un grado de nerviosismo que ya no se puede ocultar.

Curiosamente, la ocasión idónea para desmantelar el campamento habría sido la víspera del discurso de Mohamed VI del viernes. Pero no ha sido así. ¿Qué es lo que empuja a Marruecos a consentir el Campamento antes, durante y después del incendiario discurso de Mohamed VI y, en cambio, no soportarlo más, antes, durantes y después de las negociaciones de NY?

Repetimos las coincidencias con las maniobras de 1991 son altamente llamativas y todas apuntan hacia el grado de nerviosismo de Marruecos ante el proceso de negociaciones.

Finalmente, la falta de una política informativa eficaz ante la propia opinión pública saharaui a menudo coloca, al POLISARIO, ante las críticas domésticas que reclaman el cese de las negociaciones y el retorno inmediato a las armas. Se alega que Marruecos sólo se avendría a negociar de buena fe si es bajo el tronar de las armas.
Ciertamente creo que la presión a la que se ve sometido Marruecos, con una ciudad ardiendo y la expulsión continua de periodistas, diputados, etc, es mucho mayor que la eventual presión que se podría ejercer con el uso de las armas.



Cayo Lara (IU) cree que Marruecos quiso "torpedear" las negociaciones con el Polisario y que no quiere una solución de acuerdo con la ONU



El ataque quiso "torpedear" las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario iniciadas hoy en Nueva York, bajo los auspicios de la ONU


El europarlamentario Willy Meyer advierte de la posibilidad de que el Polisario retome las armas Varios cientos de personas se manifestaron hoy en Madrid, junto a la embajada de Marruecos, condenando el desmantelamiento por el Ejército marroquí del campamento de Gdeim Izik y exigiendo una modificación de la política de España con el Reino Vecino en lo que concierne al Sáhara Occidental.

Los asistentes a la manifestación, que fueron obligados por la Policía a ubicarse a unos 100 metros del edificio, fueron convocados espontáneamente a través de Internet por diversos colectivos de apoyo al pueblo saharaui.

La manifestación terminó desbordando el lugar que previamente tenían acotado por la Policía, que debió cortar la calle. Los asistentes gritaban consignas como "Esta embajada está ensangrentada", "Aquí está un pueblo con dignidad" y "Dónde están los Derechos Humanos".

El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, dijo mientras asistía a la concentración que con su actuación Marruecos quiso "torpedear" las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario iniciadas hoy en Nueva York, bajo los auspicios de la ONU.

Según Lara, Marruecos "no tiene ningún interés en negociar una salida de acuerdo con las resoluciones" del organismo internacional al contencioso.

El europarlamentario Willy Meyer, también presente en la concentración, llamó la atención, por su parte, de la posibilidad de que el Frente Polisario pueda volver a las armas "si al pueblo saharaui no se le da una salida".

"Espero que eso no pase, pero si no ocurre será responsabilidad de España y de la Unión Europea", dijo el también político de IU tras indicar que la comisionada de Acción Exterior de la UE, Catherine Ashton, "debe cuestionarse el Acuerdo de Asociación con Marruecos" y dejarlo "congelado".


DERECHOS HUMANOS

En este sentido destacó que en el artículo segundo de dicho acuerdo se establece con claridad que está condicionado al respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional, y en lo tocante a España recordó que a España sigue correspondiendo formalmente, según la ONU, "la administración y el proceso de descolonización" del territorio aunque no la ejerza.

"No lo está ejerciendo y con ello Marruecos está ocupando de forma ilegal un territorio y aplicando un derecho que no le corresponde", dijo, tras calificar como "indignante" que la ministra de Asuntos Exteriores no haya emitido ninguna valoración sobre los hechos.

Por otro lado, Meyer consideró que el desmantelamiento del campamento "ya estaba decidido" antes de que se le impidiera viajar a El Aaiun hace pocas horas en compañía de varios periodistas, pues Marruecos "no quería testigos".

JOSE TABOADA

El presidente la Coordinadora de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sahara) reclamó al Gobierno de España que llame a consultas al embajador en Rabat por los acontecimientos de las últimas semanas y señaló que la nueva ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, "ha entrado con muy mal pie" en relación con el Sáhara.

"Lo que le pedimos es que no mire para otro lado, porque a solo cien kilómetros de Canarias se están violando los Derechos Humanos", dijo.






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